Andrea Ropero vuelve a El Intermedio con un reportaje sobre la sanidad rural. La labor del personal sanitario en las poblaciones generalmente envejecidas ha sido más que necesario durante la pandemia y, sin embargo, aún carecen de recursos e incluso personal suficiente.

Eduardo Vargas trabaja como médico rural desde hace 17 años. A su juicio, lo peor de su trabajo es la responsabilidad de hacer frente a patologías graves con la compañía de una única enfermera. Sin embargo, hay una compensación que no tienen los sanitarios de grandes urbes: "Ya he sufrido y disfrutado la masificación de la Atención Primaria en las ciudades, ahora prefiero estudiar al paciente".

Aun así, sin recursos ni personal, la sanidad en los pueblos se tambalea: en el vídeo principal de esta noticia explica qué supondría cerrar los consultorios rurales. Y es que los propios pacientes de Eduardo Vargas conocen la importancia de su labor: "Si no es por el médico rural, nos moriríamos por el camino intentando llegar a la ciudad".