No siempre las patologías oftalmológicas presentan síntomas asociados a la zona como los ojos enrojecidos, la visión borrosa o el dolor. Las náuseas, vómitos e incluso un comportamiento agresivo pueden ser señal de que nuestro animal padece un glaucoma.

Carlos Rodríguez visita el centro veterinario AniCura Ocaña Oftalmología Veterinaria, donde su Director Javier Esteban nos presenta el caso de un perro de raza bóxer que va a ser intervenido de esta patología.

En los casos leves de glaucoma puede tratarse con farmacología, si no es suficiente será necesaria la cirugía para controlar el exceso de líquido del humor acuoso, que aumenta peligrosamente la presión intraocular pudiendo incluso llegar a provocar ceguera.