Carlos Rodríguez, tras acabar la Licenciatura en Veterinaria, trabajó los primeros años como veterinario de campo. Abrió su primera clínica con el dinero obtenido de su participación en el programa “Un, dos, tres”, donde conoció a “Chicho” Ibáñez Serrador y quién contó con Carlos Rodríguez como veterinario de sus animales y de programas como “Waku-Waku”.

Ha combinado la comunicación con la actividad clínica a lo largo de su carrera como profesional veterinario, actualmente alterna la divulgación en su programa radiofónico con el ejercicio sanitario en su propia clínica y ayudando a los animales más necesitados a través de su fundación.