Con los labios hinchados, los ojos caídos y los pómulos inflamados. Así es como esta joven se graba a sí misma en un vídeo que envía a su madre. Lo que la señora no sabe es que su hija ha usado filtros de Instagram para gastarle una broma. Ella le acaba de comprar una crema milagrosa contra el acné y la chica no desaprovecha la ocasión para burlarse de la situación.

"Me encuentro un poco mal, no sé qué me ha pasado con esta crema", dice la chica. "Las imperfecciones han desaparecido", le responde la señora, haciendo hincapié en que la crema ha tenido el efecto que buscaban, al menos a ese respecto. Sin embargo, al cabo de un rato comienza a preocuparse. "Deja de ponerte la crema esa. Lávate la cara con jabón y ahora te voy a recoger que vamos a la policlínica", dice alarmada.

Sin embargo, el susto dura poco: con el siguiente filtro que utiliza, la hija ya es descubierta. "Me he echado la crema y no me desagrada el resultado pero me noto un poco que se me ha entristecido la expresión", asegura. "Te pareces a tu padre un montón", le acaba diciendo su madre entre risas.