El tiktoker @alvarocasaress demuestra con su peculiar estilo que los niños de los noventa / dos mil y los niños de ahora no tienen nada que ver entre ellos.
Para ello, saca del baúl de los recuerdos algunos objetos y juguetes clásicos, como el Tamagotchi, el vaso de yogur con una cuerda que usaba como teléfono, la coreografía de 'Soy una taza, una tetera' y su obsesión por solo pisar las rayas blancas en los pasos de cebra. Tampoco han faltado sus zapatillas 'nisu' (de una marca que no conoce 'nisu' madre).
"¿Eso nos hace mejores o peores?", se pregunta Alfonso Arús tras ver este vídeo en Aruser@s. Hans Arús, niño de los dos mil, lo tiene claro: "Mejores". "Dejémoslo en diferentes", dice su padre, el presentador del programa, con diplomacia.
Más Noticias
- Ramón García, a los jóvenes que dicen tener muchos amigos en Instagram: "No tienes nada, ahí no tienes a nadie"
- Leo Harlem carga contra las tortitas de arroz: "No matan el gusanillo, le quitan las ganas de vivir"
- Ángel Martín, sobre el Bernabéu: "Un día puedes ver a Taylor Swift y al otro gente intentando que te tragues tu tráquea"
- Soy una pringada explota contra los que le mandan caminar más: "No me fuerces porque no me gusta"
- Carmen Lomana tacha de "satánica y asquerosa" la actuación de Irlanda en Eurovisión: "Eso sí que es para prohibir"
Rocío Cano recuerda cómo jugaba a 'juegos de manos'.