El tiktoker @alvarocasaress demuestra con su peculiar estilo que los niños de los noventa / dos mil y los niños de ahora no tienen nada que ver entre ellos.

Para ello, saca del baúl de los recuerdos algunos objetos y juguetes clásicos, como el Tamagotchi, el vaso de yogur con una cuerda que usaba como teléfono, la coreografía de 'Soy una taza, una tetera' y su obsesión por solo pisar las rayas blancas en los pasos de cebra. Tampoco han faltado sus zapatillas 'nisu' (de una marca que no conoce 'nisu' madre).

"¿Eso nos hace mejores o peores?", se pregunta Alfonso Arús tras ver este vídeo en Aruser@s. Hans Arús, niño de los dos mil, lo tiene claro: "Mejores". "Dejémoslo en diferentes", dice su padre, el presentador del programa, con diplomacia.

Rocío Cano recuerda cómo jugaba a 'juegos de manos'.