Pedro Sánchez acepta realizar cambios en la ley de amnistía para dar más garantías a Junts, siempre dentro del marco de la Constitución. Ante esto, el politólogo Pablo Simón recuerda en Al Rojo Vivo el día en que Junts votó en contra de su propia ley de amnistía el pasado 30 de enero en el Congreso de los Diputados y el escenario que entonces se abría.

"Había dos posiciones", explica Simón. Por un lado, estaba el PSOE y la gran mayoría de los partidos de la legislatura que decían que este texto era el único que permitía un encaje constitucional y por otro lado, Junts decía lo contrario, porque (con ese texto) había personas que se quedaban fuera de los efectos de esta amnistía. "Uno de los dos por tanto, se tenía que mover", asegura. Lo que falta es saber cuáles son esos cambios y cómo queda finalmente.

"En el fondo, la aprobación de la ley de amnistía está íntimamente relacionado con que la legislatura pueda tener estabilidad o no. Para aprobar unos presupuestos generales del Estado que el Gobierno los necesita de manera casi urgente porque si no es capaz de cambiar el foco va a haber una sensación y un desgaste continuado, necesita que esta ley se apruebe y para ello necesita el apoyo de Junts, pero el escándalo del caso Koldo ha debilitado la posición negociadora del PSOE . Junts sabe que el PSOE está más débil y que por tanto necesita esos presupuestos y esa ley de amnistía, y por ende, que dicha modificación se iba a producir, pero ahora tenemos que ver en qué aspecto", explica Simón.