"Hija de puta, te voy a matar, ya veremos quién hace primero las cosas. Hija de puta, os voy a matar, os voy a destruir. Yo voy a la cárcel, pero vosotras vais a ir al cementerio, tú, tu hermana y tu puta madre". Son algunos de los mensajes que Rosa ha recibido en su teléfono móvil por parte de su agresor.
Quien fuera su expareja tiene una orden de alejamiento que ha quebrantado más de 20 veces. Unas veces han sido llamadas, otras, audios con amenazas de muerte.
También ha pintado la puerta de su casa y de su negocio. "Lo único que pido es que esta persona no me moleste", reclama.
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A una amiga de Rosa, enferma de cáncer, también le ha deseado la muerte: "Muérete, hija de puta". Por el momento, la investigación está analizando si la voz es la del presunto agresor.
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La investigación se inició el pasado enero, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la asistencia sanitaria en un hospital malagueño por lesiones graves a cinco ciudadanos serbios. Entonces, averiguaron que la vivienda donde residían había sido asaltada con armas de fuego y que los moradores habían sido maniatados con bridas, golpeados y heridos.