La Xunta de Galicia ya ha activado un plan anticontaminación por los pellets de plástico que se están expandiendo por la costa. Han detectado ya esas bolas caídas de un barco en playas de once concellos y en un arenal de A Coruña. Se teme, además, que esté llegando ya a costas asturianas.
María Santiago, de la Asociación "Noia Limpa", recuerda que el pasado 8 de diciembre un barco, que transportaba contenedores, perdió varios contenedores. Uno de ellos iba cargado de sacos de pellets", relata.
Su tamaño es como un grano de arroz. Es decir, menos de la mitad del tamaño de una uña. Se trata de un vertido que hay que retirar tamizando la arena, cogiendo cada bolita con los dedos. El origen de este desastre medioambiental viene del tráfico marítimo.
Estos pellets, además de degradarse y liberar sustancias químicas en el mar y en la arena, pueden acabar en los estómagos de muchos animales que los confunden con comida. "A través de la ingesta de esos microplásticos por la fauna marina puede acabar apareciendo en alimentos que nosotros consumismos", explica Belén Rodríguez, de la Asociación Defensa Ecolóxica de Galiza (ADEGA).
Aunque ya hace más de tres semanas del vertido, la limpieza de las playas está, mayoritariamente, en manos de voluntarios que trabajan con sus propios medios. "Es como recoger 50.000 granos de arroz y no es tu casa con la escoba. Estamos en la playa con mareas", expresa Madison Hourihan, de la Asociación "Noia Limpa". Desde ADEGA no entienden que ni la Xunta ni el Gobierno estatal hayan actuado para retirar los microplásticos.
La limpieza de los pellets es competencia de cada ayuntamiento, pero la Xunta asegura que se encargará de coordinar y trasladar los gastos de esa limpieza a la empresa responsable del vertido. Pero los ayuntamientos dicen que no tienen ni la capacidad ni el personal suficiente para afrontar una limpieza tan minuciosa como esta si no reciben ya una inyección económica.