Mujeres como Antonia, que después de 50 años de malos tratos reconoce que ha convivido la mitad de su vida con miedo, hasta que su marido no salía de casa no podía sentirse relajada.

Ana, aguantó durante 30 años que su marido agrediera a ella y a sus hijos, años en los que vivió palizas, empujones por las escaleras y ver sufrir a sus hijos.

En el caso de Rosalia, hasta llegó a pensar lo peor. Para ella, la vida no tenía ningún sentido si tenía que aguantar los malos tratos.

Como ellas, muchas mujeres pasan casi una vida al lado de quien las pega. Superan los 60 años y se las conoce como ‘Abuelas Esclavas’ y tienen en común que no dan el paso de denunciar a sus maridos.

Antonia, todavía tiene que mirar a la cara a su exmarido, que en ningún caso será condenado por su avanzada edad.

Según algunas encuestas, las mujeres de esta edad son las que menos reconocen sufrir violencia machista. Aunque, siempre hay algunas que logran rehacer su vida, sabiendo para ello tienen que empezar su vida de cero.