Los frutos de árboles como el almendro, el peral o el albaricoque presentan un tamaño entre un 20 y un 50% más grande que lo que deberían tener en estas fechas. Preocupa esta floración temprana por el riesgo de una maduración inadecuada o de que se pierdan cosechas enteras, si vuelven el frío, las intensas lluvias o las heladas.

Las altas temperaturas que nos han regalado unas agradables vacaciones de Semana Santa tienen su cara más amarga en las cosechas. "La maduración de los frutos se ha adelantado una media de 20 días, debido a la escasez de lluvias, y en cualquier momento puede llegar ola de frío y se pueden perder muchas plantaciones", asegura Andrea Focsa, responsable del Vivero Silvosa de Madrid.

Focsa nos cuenta cómo, por ejemplo, el cercis, más comúnmente conocido como el 'árbol del amor' que a estas alturas del año suele mostrar pocas flores tiene un 50 % más o cómo le sorprende el tamaño de las almendras. "A este vivero nos están llegando almendras un 20% más grandes de lo habitual, estamos viendo peras pequeñas cuando normalmente ese fruto no aparece hasta dentro de unas semanas, los albaricoques tienen el doble de tamaño de lo que les toca y el diámetro de los higos también nos está llamando mucho la atención", comenta la responsable de este vivero. "Si se adelanta la maduración el fruto no es igual y unas altas temperaturas, que no tocan, también conllevan mayor riesgo de plagas", añade.

Con todo esto coincide Julio Barea, responsable de Aguas de Greenpeace, que afirma que "está cambiando el ciclo vital de las plantas, que no tienen tiempo de adaptarse porque estamos viviendo un cambio climático en pocos años". "La sequía está afectando al reloj biológico de estas especies", asegura.

El cereal es el cultivo que está registrando más daños hasta ahora. En algunas zonas de Andalucía ya están renunciando a recoger el grano. Nos lo explica Ramón García, Secretario Provincial de COAG Sevilla: "La planta va a tirar de la poca humedad que hay, es decir va a tirar del grano y cuando el grano se termine de secar, va a quedar chupado y no va a tener prácticamente harina". Por eso lo están segando para que los ganaderos lo puedan utilizar de pasto y poder sacarle algo de rentabilidad.

Y es que en ciudades como Córdoba, Málaga, Madrid, Murcia o Ciudad Real ha llovido menos de la mitad de lo que suele caer en estas fechas. Por ejemplo, en Córdoba han caído 85,6 l/m2, cuando suelen registrarse unos 170 y en Málaga se han contabilizado 69,4 l/m2 y la media es de unos 181 l/m2.