Adrián Hinojosa, el niño con cáncer que tenía la ilusión de ser torero, falleció a consecuencia de un sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer de huesos contra el que estuvo luchando varios años.

El pequeño empezó a ser conocido después de que se organizara un festival benéfico en el que anunció su ilusión de ser torero y recibiera insultos y desprecios por parte de algunos antitaurinos.

En respuesta a los ataques hacia el niño, otros antitaurinos salieron en su defensa.

Personalidades del mundo del toro se volcaron con el pequeño, entre ellos Cayetano Rivera, que tras dedicarle una corrida en Zaragoza, realizó un alegato dirigido a los animalistas.