Apareció dolorida en una zona de la base militar de El Copero, en Dos Hermanas. Así lo recoge el auto judicial. "Tras estar de fiesta con unos chicos se despertó sin recordar nada más dándose cuenta de que le habían quitado sus pertenencias y con dolor de cabeza y de piernas".
El juez de Pamplona sospecha que podría tratarse de una nueva víctima de los jóvenes a los que ya se les acusa de una violación múltiple durante San Fermín y se les investiga por otra en Pozoblanco.
La agresión se produjo en 2010. Fue un sargento el que auxilió a la joven acompañándola a casa de su padre. Seis años después, el militar reconoció por la prensa a uno de los detenidos.
El sargento recordó que compartía base militar con él en Dos Hermanas, por eso comunicó el hecho al juzgado de Pamplona. Según el auto judicial, el sospechoso trabajaba en la base militar y el día que se produjo la agresión estaba de servicio como guardia de seguridad.
Los abogados desvinculan a los sospechosos de este delito. "Nuestros clientes nada tienen que ver con los hechos supuestamente investigados en Dos Hermanas".
Un caso difícil de investigar. "Las pruebas que pueda haber en una agresión sexual de hace seis años son pocas. Evidentemente restos físicos ya no habrá y lo que habrá será el testimonio de la víctima", explica el abogado penalista Juan José Pindalo.
Un testimonio clave pero que, de momento, no existe. Por eso el juzgado de Dos Hermanas ha sobreseído el caso.