De cada cuatro adolescentes cualquiera que nos encontramos a diario por la calle, uno ha visto a su madre sufriendo violencia por parte de su pareja, el 24,7%.
Pero hay más números que reflejan la triste realidad: el 14% de los menores de 14 a 18 años ha visto a su madre recibiendo insultos de su pareja al menos alguna vez. El 7% ha visto cómo directamente la agredía físicamente.
Lo peor de este drama es que, según el estudio del Ministerio de igualdad, ser testigo de violencia machista contra tu madre aumenta el riesgo de acabar viviendo en el futuro una relación de pareja violenta. Son patrones de conducta que a veces se imitan y reproducen.
Una de cada tres chicas expuestas a violencia grave contra su madre acaban siendo víctimas de malos tratos en sus relaciones adultas. Y también uno de cada tres chicos expuestos a violencia grave contra su madre acaban maltratando luego a sus parejas.
Este dato tiene una segunda lectura, algo más positiva, porque también significa que dos de cada tres testigos de violencia en su juventud logran escapar de ese círculo vicioso.
"Una gran mayoría sale de esa violencia y logran establecer relaciones de pareja sin violencia", explica María José Díaz-Aguado, directora del estudio 'Menores y violencia de género'.
Este estudio también deja un mensaje para los adolescentes: mandar por el móvil a una chica una foto sexual sin su consentimiento, es violencia; acosar a una chica para que te mande una foto sexual, es violencia; y presionar para que acceda a practicar sexo contigo, también es violencia.
Los expertos insisten en esto porque son comportamientos que ocurren mucho. Casi la mitad de las adolescentes ha recibido fotos sexuales por internet. Al 40% se las han pedido y casi el 14% de las chicas reconoce que alguien las presionó para tener sexo, algunas teniendo solamente seis años.
El 016 es el teléfono de atención a las víctimas de violencia machista. Está disponible 24 horas al día los 365 días al año. La llamada es gratuita y no deja huella en la factura, aunque hay que eliminarlo de las últimas llamadas.