Para comerse unas castañas asadas no hace falta salir de casa. Siempre se puede recurrir al microondas, horno o a la sartén para obtener un resultado parecido a las que hacen en la calle. Eso sí, es importante hacer bien la compra.

"Un tono brillante implica que son frescas", confiesa un vendedor. Un truco a la hora de elegir castañas es escoger antes las gorditas que las planas. También es importante que sean de un tamaño similar para que se hagan por igual.

El primer paso es lavarlas y rajarlas. "Hay que hacer un corte que llegue hasta la carne", confiesa el chef Carlos Fernández Miranda, del restaurante 'Virrey'. Si las llevamos a hervir estarán más sabrosas y se pelarán mejor.

Pero si se escoge el horno, la parte plana siempre ha de ir hacia abajo durante 25 minutos a 180 grados. En cualquier caso, siempre se puede recurrir a la sartén: a fuego medio y parte plana hacia abajo durante 20 minutos. "Hay que tocarlas y ver que están blandas", añade el chef.

Para los que tienen más prisa está la opción del microondas, introduciéndolas medio tapadas en un taper durante dos o tres minutos. Eso sí, en este caso hay un inconveniente. "No cogen ese sabor quemadito y ahumado", reconoce. Independientemente del método que se escoja siempre hay que dejarlas reposar cinco minutos bajo paños. Así será más fácil pelarlas.