Agentes de los Mossos d'Esquadra han vivido momentos de tensión en el desalojo de seis familias de okupas de un edificio de Sants, en Barcelona, en el que llevaban residiendo desde el pasado mes de febrero.

Durante los seis meses que ha durado la okupación, el propietario del inmueble trató de negociar con ellos ofreciéndoles un alquiler social durante seis meses. Sin embargo, los okupas rechazaron esta propuesta porque querían alquiler social indefinido.

Los Mossos d'Esquadra no pudieron intervenir en un primer momento porque se encontraron con seis menores y una embarazada. Sin embargo, el dueño contrató una empresa para realizar el desalojo y al abandonar la casa, los Mossos d'Esquadra tuvieron que acudir al lugar para frenar el conflicto, produciéndose momentos de tensión.