Emma, una pequeña perra, ha sido sacrificada en Chesterfield, Virginia, porque el último deseo de su dueña era ser enterrada con ella, según ha recogido la CNN.

A pesar de que el animal no estaba enfermo y una protectora se ofreció para hacerse cargo del animal, finalmente, no han podido salvar su vida.

"Sugerimos que podrían entregar a la perra fácilmente le encontraríamos un nuevo hogar", ha explicado a la cadena Carrie Jones, gerente de la Oficina de Animales de Chesterfield.

Tras sacrificar al animal, trasladaron su cuerpo a un crematorio para mascotas de la ciudad. Introdujeron sus cenizas en una urna y esta en el ataúd de su dueña.

Desde 2014, según la CNN, son legales este tipo de enterramientos en Virginia. Los hechos ocurrieron el 22 de marzo y es ahora cuando han salido a la luz.