El riesgo sísmico y de tsunamis por el choque de las placas euroasiática y africana, que se sitúa bajo el mar de Alborán, es más alto de lo que se pensaba hasta ahora, según una investigación liderada por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona. Sus sismólogos han evaluado la capacidad potencial de estas placas para originar grandes terremotos que, a su vez, "podrían desencadenar tsunamis devastadores en la costa", según los investigadores.

El trabajo, que publica la revista Nature Communications y en el que también ha participado la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA), ha revelado que esta zona ha absorbido casi toda la deformación del choque de placas en esta región. La investigación del sistema de fallas que une la placa europea y la africana ha revelado la ubicación exacta del límite entre las dos placas tectónicas, en la región del mar de Alborán.

Hasta ahora se desconocía si el mar de Alborán albergaba fallas activas de grandes dimensiones, así como la ubicación exacta del límite tectónico donde chocan las placas europea y africana, por lo que estos resultados "son clave para reevaluar el riesgo sísmico y de tsunamis al que están expuestas las zonas costeras del Mediterráneo occidental", según los científicos. En otro trabajo elaborado por el mismo grupo de expertos en colaboración con el Geomar (Alemania) y el INGV (Italia) los autores ahondan en el potencial tsunamigénico de este límite de placas y sugieren que este podría ser mayor de lo que se creía.

La mayoría de los estudios anteriores sobre riesgo sísmico y de tsunamis no consideraban correctamente estas grandes fallas debido a la falta de datos, por lo que el riesgo se había infravalorado, señalan los autores de la investigación. "Estos estudios son una primera valoración del potencial sísmico y de tsunamis de estas grandes fallas que hasta ahora desconocíamos prácticamente al completo y que deben ser minuciosamente evaluadas en futuros estudios", ha explicado la geocientífica marina del ICM-CSIC Laura Gómez de la Peña.

Tal y como insiste ella misma, ahora, la calidad de los datos y las modernas metodologías empleadas han permitido caracterizar en detalle un sistema de fallas activas que se extiende a lo largo de 300 kilómetros de largo y se considera ahora el más importante, en cuanto a acumulación de deformación, de la península ibérica. "Para hacer el estudio empleamos las últimas técnicas de adquisición de datos a bordo del buque oceanográfico español Sarmiento de Gamboa, y el procesado se diseñó específicamente para poder observar las estructuras descritas ahora por primera vez", ha detallado el investigador del ICM-CSIC César R. Ranero, que también ha participado en el estudio.