La historia de Jacqueline Sauvage es sinónimo de sufrimiento: tras 47 años de maltrato y violaciones por parte de su marido, en 2012, lo mató. Fue entonces cuando empezó otro calvario, el de la lucha por su libertad.

El infierno de Sauvage comenzó cuando solo era una adolescente. Contrajo matrimonio con Norbert Marot y juntos construyeron un hogar con cuatro hijos en un pueblo situado a 100 kilómetros al sur de París. Su casa se convirtió en el escenario de continuas agresiones, violencia extrema y violaciones tanto a ella como a sus hijas. Por temor a las represalias, nunca interpusieron ninguna denuncia.

Después de 47 años de violencia, Sauvage llegó al límite el 10 de septiembre de 2012. Ese día, su marido la despertó con un golpe en la cara y le exigió que le preparara la cena. Jacqueline, en lugar de obedecer, como de costumbre, sacó un rifle de caza del armario, salió a la terraza y le disparó tres veces por la espalda.

"Ese día juró matarnos a todos... ese día me golpeó", explicó Sauvage años después en una entrevista en la televisión francesa TF1, donde también señaló que ese día algo le hizo 'click' en la cabeza. "Por lo general esperaba a que pasara. Hacerme pequeña, olvidar, ponerme en modo de supervivencia. Ese día fue diferente. Un brillo extraño en sus ojos, una entonación peculiar en su voz, en sus gritos. Vi a mis hijos muertos", narró Sauvage.

La mujer explicó cómo, después del golpe, decidió tomar las riendas de la situación: "Noté el sabor a sangre en mi boca. Ya no pude ver nada. Tenía el arma en mis manos. Cerré los ojos y disparé tres veces".

Su marido ejerció tal poder sobre todos los aspectos de la vida de Sauvage que la anuló física y psicológicamente hasta el punto de no ser capaz de acudir a una comisaría para denunciarlo. "Mi marido me había aislado del mundo", explicó Sauvage sobre este episodio, unos hechos que sucedieron tan solo un día después de que su único hijo varón se ahorcase.

Un juicio mediático y controvertido

Pero las tres balas que supuestamente daban por terminado su vía crucis no fueron más que el principio de otro camino empedrado: ya no era presa de su agresor, sino de un sistema que la llevaba a la cárcel como culpable.

Tras dos años, el 23 de octubre de 2014 comenzó el juicio a Jacqueline Sauvage por asesinato. Según las palabras de Chloë Cambreling, periodista de la emisora France Bleu que cubrió el proceso, Sauvage se mostró "distante" y "a menudo callada" ante las preguntas del presidente del Tribunal de lo Penal.

Entre esas preguntas estaba: "¿Por qué callaron durante 47 años?". Una cuestión que recuerda al "¿Por qué no cerró las piernas?" y que demuestra que el sistema judicial de la mayoría de países europeos no está preparado para afrontar casos de violencia machista.

"Nuestro silencio se debe a que teníamos que protegernos unos a otros. Sabíamos que iba a terminar mal", respondió Sauvage en un juicio que se alargó durante cinco días. Sus hijas también testificaron, asegurando que habían sufrido la misma violencia que su madre.

En el juicio también testificaron varios vecinos de la pareja, que eran conscientes de lo peligroso que era el marido: "Lamento decir eso, pero estoy feliz, aliviada", señaló una de sus vecinas a las preguntas de la abogada defensora, Nathalie Tomasini. "Gracias, nos has hecho un favor. Estamos tranquilos", dijo otro de sus vecinos, según recogen medios franceses.

Un amigo de la pareja describió en sede judicial a Norbert Marot como un "hombre impulsivo, agresivo y muy violento". Fue entonces cuando el fiscal general Frédéric Chevallier le preguntó por qué no había actuado ante esa situación. "Es fácil decirlo, tenías que conocerlo", respondió el testigo.

Condena e indignación popular

El 28 de octubre de 2014 se dictó sentencia: 10 años de prisión, a pesar de que el fiscal general había pedido 14 años. Jacqueline Sauvage entraba en la cárcel. El jurado no fue capaz de entender por qué esta mujer guardó silencio durante 47 años.

La sentencia supuso un antes y un después en la opinión pública francesa: creó tal indignación que miles de franceses salieron a las calles a apoyar a Sauvage, ya convertida en un símbolo de la lucha contra la violencia machista. Se llevaron a cabo peticiones de liberación inmediata con cientos de miles de firmas y con apoyo de celebridades y políticos de toda Francia.

En medio del revuelo social, el 1 de diciembre de 2015, se celebró un nuevo juicio, esta vez ante el Tribunal de lo Penal de Blois. El 3 de diciembre de ese mismo año se ratificó su condena a 10 años de cárcel.

Indulto parcial de Hollande

La indignación en Francia ante el caso de Jacqueline Sauvage fue tal que en enero de 2016 el propio presidente François Hollande recibió en el Palacio del Elíseo a sus hijas.

Dos días después, el Elíseo anunció, a través de un comunicado, el indulto parcial para Sauvage, lo cual solo suponía que la presa tendría derecho a solicitar la libertad condicional al pasar a tercer grado penitenciario. La decisión del presidente francés provocó el rechazo de cierto sector de magistrados, que consideraban la sentencia como justa.

En agosto de 2016, Sauvage sufrió otro revés por parte de la justicia: el tribunal rechazó su solicitud de libertad condicional. La estocada de la justicia y su 'no' a la liberación se volvió a repetir en noviembre de ese mismo año.

Excarcelación de Sauvage: indulto total

Cuando parecía que la lucha estaba perdida, el 28 de diciembre de 2016, el presidente François Hollande anunció lo que ella, sus hijas y miles de franceses llevaban esperando más de un año: el indulto total.

"Decidí concederle a Jacqueline Sauvage la remisión del resto d remisióne su condena. Este indulto pone fin inmediatamente a su encarcelamiento", señaló Hollande a través de un tuit.

Ella misma narró en una entrevista en Le Parisien cómo se enteró de la noticia: "Mi puerta se abrió y el guardia me dijo: Madame Sauvage, ¿no ha escuchado la noticia? Usted es libre. Respondí: ¿Cómo, de inmediato? Si en este momento. Allí levanté mis brazos al cielo y dije: ¡Gracias, gracias, gracias!".

La libertad de Jacqueline Sauvage duró exactamente cuatro años: murió en julio de 2020 a los 72 años, ya convertida en un símbolo de la lucha contra la violencia machista en Francia.

Película 'Jacqueline Sauvage: ¿Víctima o culpable?'

Antena 3 emitirá este lunes la película francesa 'Jacqueline Sauvage: ¿Víctima o culpable?', una cinta basada en su historia que conmocionó al país galo.

Fue estrenada en Francia y Bélgica en 2018 con un gran éxito y más de ocho millones de espectadores. Dirigida por Yves Rénier, cuenta con las brillantes interpretaciones de Muriel Robin, Olivier Marchal o Alix Poisson.

La emisión de la película estará estará acompañada con un programa especial presentado por Mónica Carrillo.