El incendio forestal de Tenerife que empezó el pasado 15 de agosto sigue fuera de control y ha afectado a 3.273 hectáreas de ocho municipios de la isla. Aunque algunas de las líneas defensivas puestas en marcha en los trabajos de extinción están empezando a tener resultado, según explicó la pasada madrugada el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, continúan desalojados y confinados más de 6.000 vecinos de la zona de manera preventiva debido a los muchos factores de riesgo en fuegos de estas dimensiones.
Uno de estos riesgos es la formación de pirocúmulos y desde Aemet han captado imágenes del pirocúmulo provocado por el fuego en Tenerife con el radar meteorológico, pero muchos se preguntan exactamente, ¿qué son estas nubes y por qué son tan peligrosas?. En este sentido cabe recordar que son nubes que se forman durante los incendios, aunque no siempre aparecen.
Estas nubes se forman debido a la calentamiento de la superficie por las llamas y se alcanza altas temperaturas, provocando una gran diferencia de temperaturas entre la base de la nube y el techo. Por lo tanto, cuando existe esta diferencia de temperaturas se genera convección y esto, a su vez, provoca corrientes de aire ascendentes.
El motivo de la peligrosidad de estas nubes se debe a que las corrientes de aire súbitas ascendentes pueden arrastrar materiales que están ardiendo, como hojas o ramas incandescentes. Al llegar a la parte alta de la nube salen proyectadas a cientos de metros.
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