El Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, en funciones de guardia, ha decretado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre de 36 años acusado de agredir el pasado jueves por la noche a su expareja en una céntrica plaza de Granada. En este vídeo, las estremecedoras imágenes del apuñalamiento.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) han apuntado que tras la petición de ingreso en prisión por parte del Ministerio Fiscal, el juez ha acordado la medida sobre este hombre, que está siendo investigado por un delito de homicidio en grado de tentativa, con resultado de lesiones muy graves. La causa la investigará el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Granada.

De hecho, fuentes sanitarias han detallado que la mujer agredida, de 32 años, permanece estable en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General Virgen de las Nieves, con múltiples puñaladas en el abdomen, cuello y otras partes del cuerpo.

La mujer es usuaria de una de las casas de acogida del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) desde noviembre del pasado año y tiene una hija menor de edad, según ha informado la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, desde la que se ha puesto a disposición de la familia y de su hija los recursos y apoyo disponibles.

Los hechos tuvieron lugar el jueves, cuando varios vecinos alertaron de que se había producido un apuñalamiento en la Plaza de la Libertad, ante lo que se movilizó a Policía Nacional, Policía Local y los servicios de emergencias sanitarias.

El individuo propinó a su expareja una puñalada en el abdomen y trató de huir, pero después volvió sobre sus pasos y se ensañó con ella, propinándole más cuchilladas en distintas partes del cuerpo. El agresor salió huyendo del lugar dejando allí a la víctima hasta llegar a la cercana Plaza de los Naranjos.

Aunque en un principio fuentes policiales indicaron que el hombre se había intentado autolesionar, finalmente ha trascendido que no se cortó las venas ,sino un dedo en el forcejeo con la víctima.