La mujer de 32 años apuñalada brutalmente por su expareja en Granada residía en una casa de acogida para mujeres víctimas de la violencia machista.
Ya había presentado dos denuncias por violencia de género contra otros dos maltratadores, pero ésta última agresión la habría recibido de un tercer hombre, sobre el que no pesaba denuncia ni orden de alejamiento.
Una mujer especialmente vulnerable, machacada por la espiral de la violencia, que ahora trata de recuperarse tras ser operada de urgencia. Su estado de salud es reservado y, mientras, desde las asociaciones de mujeres, siguen pidiendo más medios que garanticen su protección.
Por su parte, el agresor ha sido detenido por la Policía Local de Granada, que le acusa de apuñalar brutalmente a su expareja en el tórax para después volver a rematarla con una navaja. Ensangrentado, huyó calle abajo, pero las llamadas de los testigos permitieron a los agentes detenerle.
Según los testigos, la víctima no estaba sola cuando se produjo la agresión, sino que la acompañaba una tercera persona que intentó defenderla. Una sanitaria que casualmente pasaba por la zona fue la primera en atenderla tras el apuñalamiento.