Los precios del alquiler vuelven a subir en las grandes ciudades por el aumento de la demanda y por la inflación, que ya está jugando un papel importante en los alquileres, según los expertos.

En comparación con diciembre de 2020, el alquiler en las principales capitales españolas ha subido entre un 3 y un 5%, siendo Madrid la más tensionada.

De hecho, el alquiler en algunas de estas capitales ya supera incluso los 800 euros, como es el caso de Madrid, Donosti o Barcelona. De media, en España se pagan 674 euros mensuales, una cuantía que queda por encima incluso del requisito de una máximo de 600 euros (900 en zona tensionada) para recibir el bono joven de alquiler.

María Solá es un claro ejemplo de estos exacerbados alquileres. Vive en el centro de Madrid desde hace tres meses junto a tres compañeras de piso, y para mantenerlo compagina tres trabajos.

Sin embargo, ni siquiera así puede acceder al bono joven del alquiler porque el piso en el que vive supera el importe máximo para conseguir ayudas. La joven asegura que no se tiene en cuenta que lo comparte con dos personas porque no puede permitirse vivir sola.

En Madrid, solo el 1,7% de los alquileres cuesta menos de 600 euros. En Barcelona, el 0,8%, y la previsión es que los precios suban más para este 2022.

José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, asegura que "a medida que se vayan actualizando los contratos de alquiler, vamos a ir viendo cómo esa inflación se va a ir reflejando".

Se espera una subida de hasta un 5% de media e incluso un 10% en las grandes capitales debido a la progresiva recuperación de la demanda y a una caída de la oferta, que se podría ver agravada por la vuelta del alquiler turístico.

El 71% de las personas que demandan un alquiler en España son jóvenes de entre 18 y 35 años, la mayoría "forzados" por una situación que les impide embarcarse en el mercado de la compra, como explica Ferrán Font, director de Estudios de pisos.com.

En los últimos 15 años, los hogares sin ninguna propiedad han pasado del 14 al 18% de la población española, mientras que los multipropietarios del 9 al 20%. Según Iñaki Unsain, presidente de AEPSI, esto se debe a que "hay una creciente demanda de vivienda de inversión", lo que podría convertir la vivienda en un nuevo factor de desigualdad en el país.