En Pontevedra han decidido devolver cerca de 100 balones que a lo largo de los años quedaron colgados en el convento de Santa Clara. Una iniciativa que está llevando a cabo el Ayuntamiento después de haber comprado el recinto para convertirlo en un museo. De esta forma, son muchos los que podrán recuperar historias pasadas.

Todo surgió después de que, al comprarlo, descubriesen que entre los restos arqueológicos había cientos de balones que durante décadas habían estado cayendo al huerto del convento desde un parque infantil colindante.

Unas pelotas que las monjas no devolvían a su dueño. "Llamé para recuperarlo pero no me abrieron", confiesa Nico, una de las primeras personas que ya ha recuperado los dos balones que había perdido. "Este me lo regaló mi abuelo, que murió hace un año. Le tengo bastante cariño", reconoce, desvelando el motivo por el que para él era tan importante volver a tenerlo.

Miguel Anxo Fernández, alcalde de Pontevedra indica cómo surgió esta idea: "Es una escenificación de que se abre el Santa Clara para todos los ciudadanos de Pontevedra". En total, han sido 750 años de clausura que han dejado ahora al descubierto tumbas de monjas medievales, que ingresaban desde los siete años, o de ricos de la época.

"Aquí se podía enterrar gente pagando, dando una dote", desvela Xaquín Moreda, concejal de Patrimonio Histórico de Pontevedra.

De esta forma, entre balas de guerras carlistas o anillos medievales, encontramos esta historia del fútbol.