La Fiscalía pide 14 años de cárcel para un vidente africano acusado de estafar en 2019 un total de 362.000 euros a una mujer con depresión, que terminó suicidándose, a la que convenció para que dejara el tratamiento psiquiátrico y de la que abusaba sexualmente como parte de un supuesto ritual.

En un juicio celebrado este miércoles en la sección segunda de la Audiencia de Barcelona, el fiscal ha solicitado nueve años de prisión para el vidente por un delito continuado de abuso sexual con penetración y otros cinco más por uno continuado de estafa, y una indemnización para los hijos de la víctima de 387.400 euros.

Según la versión del ministerio público, la mujer acudió al vidente a través de Internet en abril de 2019 ante los problemas de salud que tenía desde hacía años, consistentes en problemas psiquiátricos y una lesión en el hombro, lo que frustraba sus planes de vida, que ella atribuyó a algo sobrenatural. La Fiscalía sostiene que el acusado, tras explorarla en su primera visita, le dijo a la mujer que sufría un maleficio que le había lanzado su hermana y que tenía dentro un supuesto bicho que los médicos occidentales no podían detectar.

El curandero le relató que, para sacar el supuesto bicho, tenía que masturbarse delante de él y llegar al orgasmo y, como la mujer no lo conseguía, accedió a que el acusado le introdujera los dedos, según el escrito. La víctima (refleja el documento) señala que, de no haber sido por la manipulación del curandero, sus problemas de salud mental agravados por haber dejado el tratamiento médico a petición del procesado y las pócimas que este le hacía ingerir nunca lo hubiera consentido.

Además, con el paso de las sesiones, el acusado aumentó "la intensidad del maleficio" con otro mal de ojo que le había lanzado una antigua amiga suya, y la sometió una veintena de veces al "ritual" de "la masturbación con introducción de dedos en la vagina", según el fiscal. El escrito también recoge que la víctima tuvo que hacerle varios pagos al curandero para viajes a África y para rituales compartidos con otros chamanes, con la promesa incumplida de que supuestamente le devolvería las cantidades.

El ministerio público concluye que, como consecuencia del agravamiento de sus problemas de salud mental, la mujer se quitó la vida a finales de mayo de 2020, meses después de haberse descubierto el supuesto engaño. La víctima llegó a denunciar los hechos y pudo declarar en la fase de instrucción antes de suicidarse, testimonio que el tribunal ha leído como prueba preconstituida, donde había corroborado el relato que posteriormente la Fiscalía ha fijado en su escrito.

En su declaración, la mujer afirmó que el acusado le dijo que "había que quitarle el bicho" que tenía dentro como consecuencia del maleficio que supuestamente sufría, y que para ello tenía "que masturbarse y tener el orgasmo" delante de él. Además, detalló que consintió los abusos "porque estaba asustada y convencida de que se iba a morir" si no lo hacía. La víctima manifestó que el acusado le enseñaba unos bichos que supuestamente le había extraído de sus genitales después de cada sesión, y le decía que no dijera nada a nadie "porque si no, no se curaría".

En cuanto al acusado, ha manifestado, en una declaración en la que únicamente ha contestado a su letrado, que él no es el chamán, sino que trabajaba con el curandero y que le hacía de traductor con la víctima, porque el vidente no hablaba castellano. Además, ha rechazado que abusara de ella y ha indicado que "nunca le dijo que dejara los tratamientos" psiquiátricos, pero sí que ha afirmado que mantuvo una relación de pareja con la víctima que duró seis meses, con la que tuvo sexo "consentido".

También han testificado los tres hijos de la víctima, que han apuntalado la versión de su madre, y uno de ellos ha indicado que comprobó en las sucursales bancarias donde su progenitora tenía cuentas que sabían de la existencia del acusado y que ella había estado retirando efectivo para pagarle.

"Yo vivía fuera, vine a Barcelona por este tema y mi madre no era capaz ni de vestirse", ha manifestado uno de los hijos sobre el estado psíquico de su progenitora, que ha añadido que su deterioro mental era tan grande "que la tuvimos que ingresar, y luego se suicidó". Además, otro de los hijos ha manifestado que el vidente llegó a estar en su casa, que una vez el acusado le dio una pócima que olía fuerte, "como a colonia", para que le ayudara en los estudios, y que vio a personas que trabajaban con el chamán yendo al domicilio familiar para cobrar en efectivo.

Asimismo, una amiga de la víctima, que también fue presuntamente estafada por el mismo chamán, ha testificado que a ella también le habló de un bicho en su interior, y que el ritual sexual al que la sometía era el mismo.