La víctima de 16 años, Natalie Finn, murió en el hospital a raíz un paro cardíaco después de que la policía la rescatara a ella y sus hermanos que se encontraban encerrados en casa.

De acuerdo con los papeles judiciales, los padres mantenían a los niños dentro de la casa y se negaban a darles ropa limpia, darles de comer, así como tampoco brindarles ningún cuidado médico.

Sus padres están investigados después de que la policía encontrara a su hija totalmente desnutrida y en malas condiciones. Están acusados de encerrar en el interior de su casa tanto de Natalie, como de sus dos hermanos de 14 y 15 años.

La pareja que residía en el estado de Iowa, Estados Unidos, está acusada de tortura y crueldad causando daños físico y psicológico a sus hijo. Los vecinos llevaban meses denunciando la mala situación de Natalie.