Otras cinco familias presentarán en los próximos días en los juzgados de Móstoles una denuncia contra el exdocente del Colegio Virgen de Europa de Boadilla del Monte por grabar a más alumnas de Sexto de Primaria que no aparecen en los vídeos que dio origen a la investigación que sigue ya una jueza de Móstoles.
Según ha podido saber laSexta, una de las denunciantes ya va a presentar la denuncia este viernes y el resto se harán en los próximos días. Según el abogado de una de las niñas, la denunciante corrobora que ha pasado lo mismo que otras niñas. También lo de la piscina hinchable que aprovechaba para grabar en cueros a las menores. Los hechos sucedieron el año pasado en el mismo lugar y la misma aula.
De acuerdo con el abogado, en la cámara Sony de Valdemorillo aparecieron al menos 14 vídeos.
La Guardia Civil mantiene abiertas unas diligencias de investigación contra A.M. por un delito de tenencia y producción de pornografía infantil a raíz de que una vecina de Valdemorilloentregara una tarjeta de memoria que contenía vídeos con imágenes de siete alumnas del centro.
El caso está ya judicializado y las familias de las jóvenes perjudicadas están ya personadas en la causa, que dirige la jueza de Instrucción número 5 de Móstoles.
Ante estos hechos, el letrado presentará en los próximos días una denuncia en los juzgados para que se acumule en el procedimiento que instruye la jueza de instrucción número 5 de Móstoles al ser hechos similares contra el mismo profesor del colegio de Boadilla.
Siguiendo el mismo 'modus operandi', las alumnas sostienen que el docente les decía supuestamente que se cambiaran en su despacho para rodar una película en la extraescolar de audiovisuales y que se llevaran el bañador para darse un baño en una piscina hinchable y descansar durante la grabación.
Al presunto pederasta se le detuvo el pasado 29 de junio en las propias instalaciones del colegio después de que una vecina de Valdemorillo encontrara una mochila en la calle en cuyo interior había una cámara de pequeñas dimensiones tipo 'GoPro'. Su sorpresa fue descubrir que en la tarjeta de memoria había vídeos de niñas grabadas en un despacho.
La Benemérita identificó al profesor, según ha sabido esta cadena, porque en las imágenes de la cámara que pierde dentro de su mochila se le ve perfectamente colocado en el plano. A las niñas se las identifica porque las imágenes tienen audio y se escucha cómo se llaman las unas a las otras.
A raíz de esto, los agentes van llamando a los padres para informarles de la situación y es entonces cuando los padres ponen la denuncia.
Así fue el registro en su casa y en el colegio
Cuando los agentes de la Guardia Civil acuden a casa del profesor para el registro y la detención, simultáneamente investigan el centro escolar. En el domicilio permanecieron unas cuatro horas, y el profesor se mantuvo aturdido y desubicado, pero tranquilo.
En un primer momento el acusado solo reconoció la existencia de una grabación. Posteriormente, en un despacho de la casa encuentran montones de cámaras, pendrives y cintas muy antiguas que el profesor va describiendo de manera muy didáctica e incluso les advierte de que va a ser muy difícil ver su contenido porque se trata de sistemas muy antiguos.
En la cocina encuentran una bolsa de plástico con una docena de discos duros taladrados y él señala que ha hecho limpieza pero no le ha dado tiempo de llevarlos al punto limpio.
El investigado tendría dos dispositivos de grabación, según las pesquisas. Uno que usaba en clases de audiovisuales para rodar películas y otra con la que supuestamente grababa a niñas de Sexto de Primaria.
El profesor solía rodar películas con los alumnos y a las niñas las decía: "traeros el bañador". Nunca sospecharon de nada raro por la confianza que tenían con su profesor.
Al parecer, según las mismas fuentes, instalaba una piscina hinchable para que las menores descansaran durante el rodaje. Se llegaban a cambiar hasta en cinco ocasiones en una sola sesión de grabación.
La magistrada ha citado para enero al director del centro escolar, hermano del investigado, para escuchar su testimonio y conocer cómo actuó el colegio tras conocer los hechos. Se está a al espera de que la Guardia Civil visione la ingente cantidad de archivos localizados en los diferentes soportes informáticos.
La investigación está siendo compleja: calculan que podrían llegar a tardar cuatro meses en analizar todo el material incautado.