En una sentencia pionera, una aseguradora tendrá que indemnizar con 150.000 euros a la familia de un médico que murió por COVID-19 tras contagiarse atendiendo a pacientes críticos durante la primera ola.

El doctor Joaquín Díaz era el jefe de cirugía del Hospital de La Paz (Madrid). La jueza considera que la carencia de equipos de protección adecuados y el aire aspirado por el sanitario durante su jornada laboral provocó su muerte.

Díaz, de 67 años, tenía un seguro de accidentes y, según su viuda y su hija, debía cubrir su fallecimiento, ya que entre los riesgos incluidos estaban las inoculaciones infecciosas o pinchazos que sufren los profesionales en el ejercicio de su actividad.

No está probado que ocurriera alguno de estos supuestos, pero la jueza sí considera que respirar el aire del hospital fue un accidente que provocó su muerte.

"El contagio por COVID que sufrió el fallecido en el desarrollo de su profesión, en el que estuvo en contacto con otros profesionales sanitarios y con pacientes, fue debido a la introducción en su organismo, de aire aspirado como sustancia, que contenía el virus", recoge la sentencia.

La aseguradora argumentó que la muerte no se debió a un accidente, pero lo que dice el auto es que en abril de 2020, cuando murió Joaquín, los contagios en los hospitales eran frecuentes porque los sanitarios contaban con equipos de protección defectuosos.

Una sentencia que podría sentar un precedente y beneficiar a otras familias en circustancias similares.