Una turista despistada quiere conocer Madrid. En la Plaza Mayor se encuentra unos paraguas de colores que llevan escrita la respuesta que buscaba: 'free tour', tour libre.

Debajo, él, dispuesto a enseñarnos la ciudad sin pagar, solo por la voluntad, un precio así convence a muchos y estos 'free tours' han empezado a multiplicarse por las zonas turísticas de España.

Pero claro, los guías profesionales de toda la vida no están nada contentos. Tienen tres quejas: los guías oficiales tuvieron que sacarse un título que acredite sus conocimientos, algo que los 'free tours' no siempre necesitan. Por eso, los oficiales cobran un precio fijo, mientras que los otros piden solo la voluntad.

Difícil competir, especialmente porque los de toda la vida tienen que declarar impuestos. Los 'free tours', ilegales muchas veces, lo tienen más fácil para saltarse a hacienda.

"No competimos las mismas condiciones, no pagan impuestos, no están dados de alta en la seguridad social", argumenta Gerardo Rapazzo, un guía oficial. Almudena Cenrado, de la Confederación de Guías de España afirma que un 40% de lo que ganan se va en los impuestos.

Bajo el paraguas, los free tour no piensan lo mismo. "Mucho turista no puede acceder a los precios de los guías oficiales y nosotros nos quedamos un margen del mercado que es el con turismo más económico", explica Nestor Rosas, guía free tour.

La clave, como no, la tienen los clientes. Los hay muy a favor, que lo recomiendan al 100%, y totalmente en contra de los tours libres, los que valoran la seguridad y la información verídica. El sector de guías oficiales exige una regulación de las rutas libres de impuestos.