La aparición de la llamada a nieve rosa o nieve sandía sorprende a muchos cuando la ven por primera vez. Sin embargo, este fenómeno se conoce desde hace muchos años. La presencia de esta curiosa coloración roja se debe a la floración de algas unicelulares llamadas Chlamydomonas nivalis, que contienen caroteno rojo.

Esta alga, tal como ha explicado en Twitter el meteorólogo de Meteored José Miguel Viñas, "está adaptada a vivir en alta montaña y segrega una sustancia de color magenta que, aparte de teñir la nieve de ese color, la protege de la radiaciónultravioleta, peligrosa en cotas de más de 3.000 metros".

Hace tres años, en 2020, su presencia en una base ucraniana en la Antártida había llamado la atención. En ese momento, la doctora en Físicas Mar Gómez señaló que "esta sustancia" rosa "actúa a modo de filtro solar, protegiendo al alga de las temidas radiaciones ultravioletas, pero permitiendo el paso de otras longitudes de onda necesarias para realizar la fotosíntesis".