Vigo ha apagado por fin su célebre iluminación navideña y ya el alcalde, Abel Caballero, ha anunciado que desde mañana se pondrán a preparar las Navidades de 2022 y avisa que habrá sorpresas.
El adiós a las luces se ha producido una semana más tarde de lo previsto. Durante 58 días, 11 millones de luces LED han dado color a 350 calles de la ciudad olívica.
Esta atracción turística ha conquistado este año a más de cinco millones de visitantes, y aunque el periodo vacacional acabó oficialmente hace semanas, el atractivo de las luces ha servido para animar las compras de rebajas.
El sector hotelero, de hecho, pidió expresamente que se alargara el alumbrado navideño una semana más. Consideraban que apagarlo justo después del día de Reyes era algo justo, y alargarlo permitía unos últimos coletazos de visitantes.
De hecho, a pesar de las cancelaciones por la sexta ola del coronavirus, ya desde el Puente de la Constitución muchos establecimientos hoteleros rozaban el 100% de ocupación.
Estas luces, cada vez más famosas, aunque cuestan cerca de un millón de euros generan un impacto en la ciudad de unos 250 millones de euros.