Dos bebés prematuros afectados por enterocolitis han muerto en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, presuntamente al infectarse por la bacteria Klebsiella pneumoniae. Fuentes del centro han explicado que están analizando a los 45 niños que hay ingresados en la UCI de neonatos y que algunos han sido aislados.
A la espera de tener resultados de los análisis para precisar el número y el foco de la infección, las citadas fuentes aseguran que los dos únicos bebés que han mostrado síntomas son los que fallecieron, los días 21 y 24 de abril, que habían nacido a las 24 y 25 semanas de gestación, con menos de 500 y 700 gramos, respectivamente.
El hospital ha atribuido el fallecimiento a la enterocolitis que tenían al nacer, una inflamación del intestino que ha facilitado la entrada de la bacteria a la sangre provocando una sepsis, y han explicado que estaban muy débiles y no pudieron salvarlos.
La asociación Defensor del Paciente ha pedido al fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres, estudiar el caso, ya que ve en él "un delito contra la salud de los ciudadanos". Afirman que conocen que al menos hubo otros dos bebés afectados, según la misiva. La entidad ha vinculado esta situación a una supuesta suciedad en el centro -que el hospital niega-, y ha criticado que "hay una doble situación anómala, ya que no tuvieron la precaución de trasladar de inmediato a bebés cuando tuvieron conocimiento de que uno estaba infectado".
Por su parte, la Conselleria de Salud de la Generalitat ha abierto una investigación para esclarecer las muertes y su presunta vinculación con el brote de la bacteria Klebsiella. Según ha informado el departamento de Alba Vergés, el hospital barcelonés ha tomado todas las medidas de prevención necesarias para evitar nuevos casos.
Un padre denuncia que no se aisló a los niños afectados
El padre de una de los dos bebés, que nació el 16 de abril y murió el día 24, ha expresado "serias dudas sobre el protocolo seguido por parte del centro hospitalario frente a la infección en la sala" porque su hija estaba en una incubadora al lado de bebés que se infectaron antes y uno de ellos falleció primero, según ha afirmado en un escrito.
La niña nació de forma prematura mediante cesárea por una preclampsia de la madre, un procedimiento que fue bien: "La niña lloró al nacer y respiraba sin necesidad de soporte, y no presentaba más peligro que el hecho de ser prematura extrema", tras lo que ingresó en la UCI.
El padre asegura que la bebé toleraba la ingesta de leche materna y que su sistema digestivo funcionaba bien, "para sorpresa de los médicos", y que empezó a ganar peso, pero que se detectó en la sala de incubadoras un brote de Klebsiella, que afectaba a cuatro de los seis bebés que había, y en ese primer fin de semana -el del 20 al 21- uno de ellos murió, ha asegurado.
El lunes les informaron de que su bebé estaba infectada por la mencionada bacteria, y tras dos días de tratamiento falleció, ante lo que el padre ha criticado que no se aislara a los niños, ya que las enfermeras son compartidas, a la vez que ha expresado dudas sobre la limpieza "porque al andar por la sala, las suelas de los zapatos se quedaban pegadas". El hospital ha negado que se conociera esta infección y se mantuvieran juntos, ya que no se había detectado qué bacteria tenía el bebé, y han añadido que realizan pruebas, diagnósticos y revisiones cada tres semanas para evitar infecciones bacteriológicas.
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