El ritmo trepidante que llevamos en el trabajo y en casa conlleva a veces pequeños descuidos que desembocan en las temidas manchas en la ropa. La variedad de productos es tal que no siempre sabemos cómo quitar las manchas a la primera. Para resolver ese dilema, repasamos los mejores trucos caseros y productos para eliminar las manchas.
La mayor parte de las manchas que acaban en nuestros tejidos proceden de la comida: chocolate, vino, salsas, aceite… Comer y cocinar es un placer, pero tiene estas consecuencias. Lo mejor en estos casos, tanto fuera como dentro de casa, es tener un producto quitamanchas adecuado con el que arreglar la suciedad. Pero al igual que en otros aspectos de la vida, la experiencia y los trucos caseros ayudan mucho.
Lo más importante: actuar cuanto antes
Empecemos por el principio. Parece una obviedad, pero eliminar una mancha es una tarea mucho más sencilla si se actúa de inmediato. Si la sustancia se seca, o permanece mucho tiempo en el tejido, puede impregnarse tanto que su eliminación será misión imposible. Además, según la sustancia que sea, actuaremos de diferentes maneras. Por ejemplo, si son líquidos, como vino o café, lo primero que haremos será usar papel absorbente para extraer el exceso de líquido. ¿Sabías que las manchas de un café azucarado son más persistentes? Ahí tienes una razón más para endulzarlo menos.
En el caso del aceite, por ejemplo, además del papel podemos aplicar otro producto absorbente, como el talco o la sal. En el caso de prendas blancas, se recomienda lavar con agua caliente después.
En cambio, para la sangre, lo más adecuado es lavar con agua fría. Nunca laves sangre con agua caliente, ni utilices agua oxigenada ni bicarbonato, ya que puede fijar aún más la sangre en el tejido.
En cuanto a las manchas de verduras, papillas, cremas o purés, que tienen mayor densidad, conviene primero retirar los restos con una cuchara o utensilio similar. Después remoja la prenda en agua antes de aplicar un producto quitamanchas. De igual forma actuaremos para las manchas de chocolate.
Y lo mismo para las salsas como el ketchup, mayonesa, u otras con más ingredientes como una boloñesa o un pesto. Lo primero, retirar los restos o exceso de producto. En este caso no interesa utilizar agua caliente.
Usar un pulverizador quitamanchas
Una vez que hemos actuado rápido, quitado el exceso de producto, y remojado en agua, viene el paso más eficaz: el pulverizador quitamanchas.
Los productos con enzimas, como KH-7 Sin Manchas, o con oxígeno activo, como KH-7 Oxi, son la opción más cómoda y eficiente. Además de eliminar manchas y olores, tienen un formato muy práctico y que va directo a la mancha.
Debes pulverizar el producto directamente sobre la mancha y dejarlo actuar durante cinco minutos, no más, para evitar que se seque en la prenda. A continuación, lávala como lo harías normalmente, ya sea a mano o a máquina.
Productos como KH-7 Sin Manchas eliminan manchas a la primera de aceite, chocolate, o sangre, salsas, huevo, helados, papillas, maquillaje, tinta y cuellos y puños. Además, no tiene lejía y respeta colores y tejidos.
Las manchas de fuerte coloración
Sin embargo, hay algunos alimentos que exigen un tratamiento diferente, debido a su fuerte coloración. Hablamos de manchas rebeldes como las de vino, café, frutas, zumos, té, mermeladas, vinagre o verduras.
Para las temidas manchas más difíciles, como son el vino o el café, lo ideal es el oxígeno activo, presente en productos como KH-7 Oxy, que resultan eficaces a la primera.
Este tipo de pulverizador se usa igual que el anterior: aplicas directamente sobre la mancha (es lo más cómodo y práctico de este formato), dejas actuar cinco minutos y ya puedes lavarlo como consideres, a mano o en la lavadora. Si la mancha estaba muy seca, puedes dejarlo actuar cinco minutos más. Además de las manchas, KH-7 Oxy eliminará también los olores.
Como tampoco tiene lejía, respeta colores y tejidos: puedes utilizarlo tanto en ropa blanca como en ropa de color, incluso negra. Ante cualquier duda, o para optimizar su eficacia, en el envase se especifican las instrucciones de uso. En cualquier caso, hay que tener en cuenta el tejido: no conviene aplicar sobre ante, lana, lino, piel o seda, y es preferible evitar no usarlo en prendas teñidas o colores poco fijados. Para asegurarse, y como se aconseja en tantos y tantos productos, siempre hay que probar en una zona no visible y revisar las instrucciones del etiquetado de la prenda.
Con los pequeños trucos que hemos comentado, y los productos adecuados, las manchas dejarán de ser una pesadilla. No obstante, si ese ritmo trepidante de nuestras vidas nos impide (o se nos olvida, que todo puede pasar) hacer ese tratamiento previo, tienes una última oportunidad: puedes añadir un chorro de cualquiera de los dos pulverizadores en el tambor de la lavadora, y conseguir así reforzar la acción de tu detergente habitual.
Siguiendo todos estos consejos nadie te superará en la eficacia contra las manchas. Pero la limpieza y desinfección del hogar implica muchos otros aspectos. Por suerte, existen portales con infinita información para elegir el mejor producto, como comolimpiartucasa.com, una web super práctica para buscar trucos para el cuidado del hogar.