La medicina familiar es la especialidad menos atractiva para los futuros médicos. De las 8.550 plazas MIR convocadas, 202 han quedado sin cubrir, todas de esa especialidad.
Detrás de este rechazo se sitúa la precariedad laboral y la necesidad de desplazarse a zonas rurales para poder trabajar como médico de familia. "Estaba entre mis opciones porque es muy bonita, pero al final no me decanté porque es una especialidad cada vez más burocrática y está maltratada, muy poco tiempo por paciente, te impide diagnosticar bien, recursos que limitan bastante...", ha denunciado María Rincón, residente de Medicina Interna del Hospital de Palencia.
En la misma línea se sitúan los médicos y sindicatos. Ángela Hernández, portavoz de AMYTS, afirma que "si mejoramos las retribuciones y la consideración no se quedarían todas esas plazas sin cubrir".
"El modelo de Atención Primaria no es atractiva para los profesionales, hay que plantearse cambiar el modelo, que asigne un papel más central y relevante al médico de familia", ha indicado Juan José Sánchez, médico de Familia.
Medicina de Familia es la única especialidad que se ha quedado con plazas libres. De las 2.455 que se ofrecían para medico de familia, 202 han quedado vacantes. Lo preocupante es que tampoco es llamativa para futuras generaciones. "Sabemos que esta maltratada la especialidad, no hay claridad de vida, hay muchas cosas que te echan para atrás de primeras", ha explicado una estudiante.
Además, la mayoría de las plazas que se han quedado libres pertenecen a zonas rurales. Castilla y León (55) es la comunidad más castigada, seguida de Galicia (39), Cataluña (36), Extremadura (27), Navarra (18), Aragón (15), Asturias (6), Cantabria (4) y La Rioja (2). Una condiciones que ponen en jaque a médicas y médicos de familia que son imprescindibles.