Miles de personas (más de 30.000, según los organizadores) se han manifestado este sábado por el centro de Oviedo para reclamar la oficialidad del asturiano, una movilización que desde hace 34 años lleva a cabo la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana y que en esta ocasión se celebra en medio de las negociaciones abiertas entre el Gobierno autonómico y las fuerzas parlamentarias para acordar una reforma estatutaria que incluya esta cuestión.

El PSOE se comprometió a impulsar la cooficialidad en su último congreso, una medida que cuenta también con el respaldo de Podemos e IU, y la oposición frontal del PP, Ciudadanos y Vox, mientras que el Foro, que tiene la llave para que se apruebe esa reforma estatutaria, aún no ha aclarado cuál será su posición final, aunque uno de sus dos diputados ya ha dicho que es partidario de una oficialidad basada en la voluntariedad.

Tras varias semanas en las que el Ejecutivo de Adrián Barbón ha mantenido encuentros con distintas fuerzas parlamentarias para cerrar un acuerdo que permita reconocer al asturianu y al asturianu-gallego como lenguas oficiales junto al castellano, la posibilidad de que se alcance un acuerdo antes de que finalice la actual legislatura ha envuelto esta movilización que muchos esperan sea ya la última.

Para el portavoz de la Xunta, Xosé Candel, a lo largo de tres décadas se han celebrado más de 40 manifestaciones para reclamar a los gobiernos que se han ido sucediendo que se acabe con la "injusticia" que sufren los hablantes de asturiano.

Aunque ha reconocido que aún es una promesa electoral y que llevan dos años de retraso en la negociación de la reforma del Estatuto de Autonomía, Candel ha asegurado que la manifestación de este sábado tiene que ser vista desde el Ejecutivo de Adrián Barbón como un apoyo a su propuesta para la oficialidad, pero también como un aviso de que no vale cualquier reconocimiento.

Según defiende la Xunta, al margen de la redacción final, el artículo que declare la oficialidad debe incluir cuatro aspectos esenciales: que se reconozca el asturianu y gallego-asturiano junto al castellano, que se garantice el derecho a conocer y usar esas lenguas, que incluya el compromiso de que por ley se fijarán los términos y ámbitos de su uso oficial y que ninguna persona pueda ser discriminada por la lengua que use.

Entre los asistentes a la manifestación y en representación del Gobierno asturiano se encontraba en la marcha la consejera de Cultura, Berta Piñán, que ha hecho hincapié en la necesidad de alcanzar un consenso sobre la oficialidad "que ponga el acento en los derechos y no en las obligaciones". "Es un momento histórico", ha afirmado momentos antes de que arrancase la marcha desde la estación de ferrocarril de la capital asturiana y finalizase en la plaza de la catedral con la lectura de un manifiesto.

PP, Ciudadanos y Vox rechazan la propuesta

Actualmente, apoyan la oficialidad del asturiano 26 de los 45 diputados, lo que suman los votos del PSOE, Podemos IU -uno menos de los necesarios- mientras que rechazan esta reforma los 17 diputados de PP, Ciudadanos y Vox.

La postura de Foro se encuentra dividida con cada uno de sus diputados adscritos a las dos corrientes en que se ha dividido el partido, uno de ellos partidario de rechazar la oficialidad, como establecía el programa con el que concurrieron a las elecciones, y el otro, Adrián Pumares, abierto a reconocer una oficialidad basada en la voluntariedad y cuyo voto es necesario para que se apruebe la reforma del Estatuto de Autonomía.