Maruja Cuenca lleva dos años de incansable lucha por la custodia de su nieta. La mujer de 63 años perdió a su hija, quién fue asesinada por su marido en un caso de violencia de género. Ahora la familia del padre reclama también la guardia y custodia de la menor. Hasta que el juez decida, Mari Carmen estará en una casa de acogida por decisión de la Consellería Valenciana.
Una decisión que también estuvo motivada por la falta de recursos de Maruja, a quién le arrebataron a su nieta en un encuentro para que la menor viera a su familia paterna.
"Se llevaron a la niña. ¿En qué cabeza cabe que yo entregue a mi nieta? Nada más quiere estar con su abuela, que es con quien ha estado desde que se quedó sin madre", ha explicado Maruja en declaraciones a Antena 3.
La mujer señala que no sabe nada desde que se la llevaron y que la familia de acogida no le permite que pueda ver a su querida nieta.