Una simple fotografía podría acabar salvando la vida de Tyraah Bell-Lama, natural de Londres. Jade Bell observó un gran resplandor blanco en el ojo derecho de su hija cuando le hizo una forografía, algo que le hizo sospechar que su pequeña tuviera algún tipo de enfermedad.

Cuando la llevó al Royal Berkshire Hospital, le hicieron análisis de sangre y escáneres, y de ahí la remitieron al Royal London Hospital, donde le confirmaron que su hija tenía cáncer de ojos la víspera de Navidad en 2014.

Los síntomas de esta enfermedad pueden ser detectados por las personas cercanas a los niños que la padecen, ya que se basan en un ligero estrabismo y un gran resplandor blanco en el ojo fácilmente observable en las fotografías con flash.

Afortunadamente, las rondas de quimioterapia fueron un éxito y hora Tyraah tiene chequeos cada ocho semanas para asegurarse de que su cáncer no regrese.