El exdirector de la Real Fábrica de Tapices Livinio Stuyck se niega a abandonar la vivienda donde reside de forma ilegal, propiedad de la institución, y que le reclaman el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Cultura.

Livinio, en presencia de sus abogados, no ha querido entregar las llaves ni abandonar la propiedad donde reside desde hace casi dos décadas. Ha sido la segunda ocasión en cinco días en la que el Patronato ha intentado su desalojo

A partir de ahora, Livinio deberá afrontar el pago de una multa semanal de 75.000 euros, un 5,0 % del valor catastral estimado de la propiedad, calculado tentativamente en 1,5 millones de euros.

El gerente de la Fábrica ha recordado que durante varios años hubo negociaciones con Livinio para el desalojo del espacio, aunque los cambios en el Patronato o en el Gobierno central dilataron el proceso.

La Real Fábrica, fundada en 1720, era gestionada por la familia de Livinio Stuyck, su fundadora, mientras que el inmueble formaba parte de Patrimonio del Estado.

En 1996, un Patronato compuesto por el Ministerio de Cultura, dirigido entonces por Aguirre, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, se hizo cargo de la fábrica.

El Patronato y también la fundación CajaMadrid pagaron 566 millones de pesetas, 37 de ellos para sufragar las pérdidas que registraba la compañía y el resto para comprar los telares a la familia Stuyck.

Livinio Stuyck se mantuvo como director técnico de la fábrica hasta 2002. En 2015, cuando Klecker llegó a la Real Fábrica, nombrado por el Gobierno de Ahora Madrid, se detectó el uso ilegal de la vivienda.