Por una hemorragia interna
La autopsia de la mujer fallecida en O Porriño determina que sufrió una muerte natural
Los detalles La gallega falleció por una hemorragia interna en el cerebro, motivo por el que la Benemérita cerrará la investigación sobre un posible asesinato.

Resumen IA supervisado
La muerte de una mujer de 53 años en O Porriño, inicialmente investigada como un posible asesinato debido a signos de violencia, fue finalmente determinada como natural por la autopsia, que reveló una hemorragia interna cerebral. La Benemérita cerrará la investigación tras este hallazgo. La víctima, una mujer prostituida no registrada en el sistema VioGen, fue encontrada por una compañera de piso, quien alertó a emergencias. Este caso se investigaba junto al asesinato de Teresa de Jesús González, trabajadora social de 48 años, quien murió por un fuerte golpe en la cabeza infligido por Enrique Leirós, un carnicero jubilado.
* Resumen supervisado por periodistas.
Poco más de 24 horas después de que comenzara a investigarse la muerte violenta de una mujer de 53 años en O Porriño, la autopsia determinaba que esta sufrió una muerte natural.
Pese a que se definía como un posible asesinato tras descubrir aparentes signos de violencia, la mujer falleció por una hemorragia interna en el cerebro, motivo por el que la Benemérita cerrará la investigación.
Fue una compañera de piso de la víctima la que la localizó sin vida este viernes minutos después de las 11:00 horas. Por su parte, avisó al 112, cuyos equipos de Emergencias se personaron en el lugar para confirmar la muerte.
El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, explicaba que la víctima era una mujer prostituida que no estaba en el sistema VioGen.
Este se investigaba como el segundo crimen violento de esta semana después de que una trabajadora social perdiera la vida a manos de un hombre que la acosaba, el marido de una paciente, algo que comentó a su empresa solo unas horas antes del suceso.
Teresa de Jesús González, de 48 años, fue encontrada con un fuerte golpe en la cabeza, supuestamente provocado con un hacha o un machete, en la casa donde vivía su paciente.
El agresor, Enrique Leirós, un carnicero jubilado de 73 años fue detenido en el lugar, desorientado, con manchas de sangre y diciendo frases incoherentes. Este fue trasladado al hospital Álvaro Cunqueiro, donde sigue bajo evaluación psiquiátrica.