Uno de cada siete vecinos de Torre del Burgo es extranjero. La inmigración ha salvado a este municipio de Guadalajara de desaparecer del mapa. Se ha convertido en una Torre de Babel. Solo hay que ver un contenedor de basura que está escrito en español y en búlgaro. Hay vecinos de Bulgaria, Italia, China, Rumanía, Holanda, Argentina, Polonia, Ucrania, Camerún y España. Juntos salvan esa España que perdemos.

Hace tres años tenía 228 habitantes, mientras que hoy son más de 500. Este 'pueblo fantasma ahora lo es menos gracias a la cantidad de extranjeros que han ido a trabajar en los campos de espárragos.

Sin embargo, algunos vecinos dicen tener dificultades de convivencia con los extranjeros. "Hay de todo, por supuesto. Hay personas que se ciñen y que viven en sociedad, pero hay otros que no", cuenta una vecina.

En otro pueblo, Cañizar, solo quedan 35 habitantes cuya media de edad es de 65 años. Cecilio, teniente de alcalde, es pesimista con su futuro: Yo veo muy negro lo de este pueblo y lo de casi todos los de por aquí", lamenta.

El colegio más cercano está a 11 kilómetros y les visita el médico cada 15 días. Con estas cifras es difícil animar a las nuevas generaciones.