Se acabó el islote de toallitas del Guadalquivir, por ahora. Hace una semana salía a flote una montañas de toallitas acumuladas en el río y ahora la Junta de Andalucía las está retirando.

Los operarios han trabajado con una retroexcavadora con la quehan ido moviendo la montaña. Palada a palada se ha desecho la mole de sedimentos y toallitas húmedas que se había ido formando durante años y que se elimina ahora, casi una década más tarde.

Dicen las asociaciones de ecologistas que ahora esa tierra hay que separarla: por un lado, los sedimentos, y por otro, las toallitas. Aseguran que si se lleva todo junto no se hace otra cosa más que esconder el problema.

El proceso es lento: hay que se desbroza el islote y un camión de volteo le da un último paseo río abajo. La parte contaminada, las miles y miles de toallitas, ya estaría en el vertedero y el resto se está integrando de nuevo en el paisaje.

Los vecinos de Córdoba tienen claro que entre todos tienen que conseguir que no vuelva ocurrir. Y es que para que el monstruo no llegue al río el trabajo empieza en casa, donde las toallitas nunca deben acabar en el váter.