En el río Guadalquivir ha aparecido una misteriosa isla que guarda un desagradable secreto en su formación. Con una altura de tres metros, el islote estaba escondido bajo una capa de vegetación cubierta por el agua.

Ahora, con la bajada del caudal, se ha podido observar con detalle de qué se trata: una montonera de toallitas húmedas y sedimentos que se ha ido construyendo corriente abajo. "Impresionante y asqueroso", resume una vecina.

Pepe Larios, ecologista de Transición Verde, cuenta que estas toallitas están presentes desde hace muchos años, "prácticamente desde que están en el mercado".

Cabe recordar que estas toallitas nunca deben ser tiradas por el inodoro. "Cuando llueve, sube el nivel interno de los colectores y se conectan con los colectores de aguas residuales; en ese momento, se mezcla absolutamente todo", añade Larios sobre la formación de esta mole.

La Junta de Andalucía ya ha trasladado su compromiso de retirar esta isla cuando baje el caudal del Guadalquivir.