Un joven estadounidense de 23 años ha muerto en las aguas termales del Parque Nacional de Yellowstone, Estados Unidos. Su cuerpo no ha podido recuperarse tras haberse disuelto en las aguas ácidas en ebullición que hay en el lago.

Colin Nathaniel Scott, de Oregón, visitó el parque con su hermana el 7 de junio para nadar en las piscinas termales naturales. El accidente se produjo cuando el joven y su hermana entraron en una zona muy peligrosa, cerrada y prohibida para los turistas donde hay fuentes con aguas muy ácidas que llegan a alcanzar los 121 grados Celsius.

Según los testimonios de la hermana del fallecido, Colin se había acercado para sentir la temperatura del agua mientras ella le grababa con el móvil, fue entonces cuando resbaló y cayó a la fuente con ácidos en ebullición donde falleció.

"Hay una valla en el lugar para que la gente no haga esto, por su propia seguridad y también para proteger los recursos naturales frágiles", explicaba Lorant Veress, jefe del parque. Tal y como apunta el informe, al día siguiente los equipos de rescate no lograron encontrar el cuerpo, sólo pudieron recuperar las sandalias de la víctima ya que las aguas ácidas lo habían disuelto.

Aunque Yellowstone es uno de los parques más visitados del mundo, no es la primera vez que ocurre un suceso como este, Lee Whittlese, historiador del parque, apunta que 22 personas, incluidos siente niños, han fallecido desde 1870 en las aguas termales del parque. El más reciente ocurrió en el año 2000 cuando una empleada del parque de 20 años se metió en el agua confundiéndolo con un arroyo.