Accedemos a ellas
El ilegal (e indignante) negocio del alquiler de antiguos locales reconvertidos en infraviviendas: "La condiciones no son aptas"
Los detalles Hay quienes adquieren espacios mínimos para trocearlos y reconvertirlos en varios pisos, con los que ganar dinero. Hace unos meses, un hombre dividió una estancia en 18 habitaciones de pladur que alquila por entre 500 y 700 euros al mes.

Resumen IA supervisado
Ante la dificultad de acceder al mercado del alquiler, algunas personas recurren a vivir en locales comerciales convertidos ilegalmente en viviendas. Un hombre compró un espacio y lo dividió en 18 habitaciones de pladur, alquilándolas entre 500 y 700 euros, pese a que las condiciones no son aptas para vivir. Doce familias habitan en este lugar, con cocinas sin salida de humo y cables sin arreglar. Los vecinos denuncian obras ilegales y riesgos de incendio. El propietario alega haber solicitado permiso para coworking, aunque no recibió respuesta. La situación está judicializada, y las familias viven en condiciones precarias.
* Resumen supervisado por periodistas.
Cuando el mercado del alquiler cierra puertas, muchos acaban entrando por otra, la de un local comercial reconvertido en vivienda ilegal. El espacio, que fue adquirido por un hombre hace varios meses, ha sido dividido en 18 habitaciones de pladur que se alquilan entre los 500 y 700 euros.
"Sabemos que las condiciones no son aptas para vivir", expresa una mujer, mientras que otra indica que en, total, hay viviendo allí "12 familias", en un lugar con paredes de pladur pegadas con silicona, cocinas sin salida de humo, duchas improvisadas y cables sin arreglar.
"Necesitamos otra parte donde vivir. No es que queramos estar aquí, pero es lo que nos ha tocado", lamenta una madre, mientras que otra mujer denuncia que "no se hace contrato, ni hay nada por escrito para que quede constancia de que se ha dado un dinero".
En otra calle, a escasos 10 minutos, un local fue alquilado por el mismo hombre con la excusa de hacer un coworking. "Empezamos a darnos cuenta de que hacían mucha obra y ruido", expresa una vecina.
Riesgo de incendio
Los afectados denuncian obras ilegales y, sobre todo, un claro riesgo de incendio. "Hará frío, pondrán calefacciones y las instalaciones son las que son, las de un local", señala un vecino.
Precisamente, es un susto que ya han vivido en una ocasión. Y es que los vecinos tuvieron que llamar a los bomberos hace unas semanas. "Están dando un uso al local que no es el que le corresponde", denuncia una afectada, mientras que otro subraya que el propietario "está haciendo negocio".
Contactamos con la persona que alquila estos locales, quien defiende que "se solicitó el permiso de coworking, pero el ingeniero o arquitecto no contestó". Y al recordarle que sin el permiso no se puede hacer obras, su única respuesta es que no da "ese tipo de información".
La situación ya se encuentra judicializada. Mientras, en esos techos y paredes de pladur pegadas con silicona, las familias viven entre la delgada línea entre tener un hogar y quedarse en la calle.
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