Pamplona se tiñe de blanco y rojo durante los días que duran las fiestas de San Fermín. Después del 'txupinazo' —que tiene lugar en la víspera del santo al que se le dedican las fiestas de la capital navarra— empieza la fiesta, y aunque para muchos festejar es trasnochar, para los mozos que salen a correr la verdadera fiesta está en el madrugón. Un buen desayuno, la ropa blanca, el pañuelo y la faja rojas y, periódico en mano, a cantar al santo (co)patrón el tradicional "A San Fermín pedimos...". Al grito de "¡Gora San Fermin!", comienza el encierro. Y así durante ocho días consecutivos, en esta ocasión de viernes a viernes, a las 8:00 de la mañana.

"Son la imagen más internacional de Pamplona", señala la periodista pamplonesa Helena Resano, presentadora de laSexta Noticias desde la capital navarra. Después de dos años de suspensión, la fiesta grande de Pamplona regresó en 2022 pero este año lo hace a lo grande, con miles de ciudadanos de diferentes países pudiendo, por fin, volar a España. Es por eso que, ante la previsible avalancha de visitantes, el Ayuntamiento de Pamplona "ha intentado que el vallado" de los encierros esté "más controlado" que otros años. "Saben que viernes, sábado y domingo habrá mucha gente, y si ha habido controles en el chupinazo, estos días serán mayores para poder controlar cuánta gente entra".