Rápidos y sorprendentemente 'formales'. Los toros de José Escolar son sinónimo de "corredores corneados". Pero este año han roto la tradición. Ni se han llevado a un corredor por delante ni han hecho el recorrido al revés, como ocurrió un par de veces. Eso sí, el segundo encierro ha dejado momentos de tensión que no se han materializado en heridos graves.

En cuanto al tiempo ha vuelto a repetir la duración del año pasado (ha durado 10 segundos menos). En una mañana soleada la carrera se ha completado en menos de 2 minutos y 20 segundos, y se ha caracterizado por haber estado encabezada por uno de los toros, que ha abierto el camino a sus hermanos y ha imprimido velocidad y riesgo, especialmente en la calle de la Estafeta. La manada ha salido estirada desde el inicio y más orientada hacia el lado derecho de la cuesta de Santo Domingo donde algunos mozos se han caído al suelo al paso de los astados.

En este tramo, un corredor ha sido empujado por uno de los toros y se ha visto atrapado en el centro de la manada pero, rápidamente, ha conseguido hacerse a un lado, fuera de peligro. Los toros han pasado rápidamente por la plaza del Ayuntamiento donde uno de los toros ha golpeado con el pitón a dos mozos. Han enfilado hacia la curva de mercaderes donde alguna de las reses ha resbalado y se han podido ver algunos momentos de peligro. Uno de ellos cuando el toro que iba en cabeza ha pasado rozando con su cuerno la espalda de un corredor vestido de azul. Ese mismo toro, seguidamente, ha acorralado en el tramo izquierdo en el inicio de la Estafeta a dos corredores que han caído al suelo, quedando a merced del astado que ha pasado de largo.

Enfilando la recta de la Estafeta, la manada se ha dividido lo que ha permitido a los mozos buscar su momento para correr delante de los astados. Debido a la masificación de la carrera, ha habido empujones entre los corredores que buscaban su oportunidad junto a los toros, lo que ha provocado varias caídas. De hecho, hacia la mitad del recorrido, varios corredores han tropezado unos encima de otros pero la manada ha pasado por encima sin provocar peligro.

Las reses han continuado la carrera por la curva de Telefónica hasta el callejón, estirada y algo dividida. Han continuado las caídas y los momentos de peligro. De hecho, un corredor ha entrado en el coso taurino con el cuerno de uno de los astados empujándole en la espalda dentro del recinto. En el interior del callejón, un mozo se ha caído al suelo y se ha quedado quieto mientras las reses le saltaban por encima hasta que ha conseguido arrastrarse a un lado para ponerse a salvo.

El recorrido de los encierros de San Fermín

Aunque el recorrido de los encierros es siempre el mismo, nunca está de más recordarlo. En total son 875 metros. El punto de partida son los corralillos de la cuesta de Santo Domingo. Sin embargo, los corredores están convocados entre las 6:30 y 7:30 en la plaza consistorial. El recorrido pasa por ahí y gira por la calle Mercaderes para acceder a Estafeta. Luego sigue hasta el tramo de Telefónica para, finalmente, pasar por el callejón de entrada a la plaza de toros.

Durante todo el trayecto suenan varios cohetes, pues esta es la forma en la que los organizadores se comunican con los corredores. Hay cuatro sonidos en toda la carrera. El primer de ellos es el que da comienzo al encierro. Luego va el que marca que todos los todos los toros se encuentran en el recorrido y ya no están en el corral. El tercero señala que los todos ya están en la plaza y, por lo tanto, ya no queda ninguno en las calles. El último de todos avisa de que los toros ya están dentro de los corrales de la plaza. De esta forma, las calles de Pamplona vuelven a estar abiertas a la fiesta y el doble vallado de seguridad desaparece.