El mango del cuchillo de cocina con el que se produjo la agresión sigue sin aparecer tras desprenderse de la hoja, que se quedó instalada en el cuello de la víctima, M.F.F., de 37 años, una circunstancia que le pudo salvar la vida al taponar los cortes, que no afectaron a órganos vitales.

La mujer fue intervenida de urgencia y permanece estable dentro de la gravedad. La investigación policial da prácticamente por hecho que fue el presunto agresor quien llevó a la víctima en su coche hasta las inmediaciones del Hospital Povisa, donde ambos trabajan, tal y como apuntó una testigo.

Se basa en este testimonio y en la presencia de abundantes restos de sangre en el asiento del copiloto del vehículo, que fue localizado en las proximidades del hospital. La mujer recorrió por sus propios medios unos 30 metros, hasta la entrada de urgencias del hospital, aún con la hoja del cuchillo clavada en el cuello.

La agresión se produjo a primera hora de la mañana del domingo en el rellano del sótano del edificio donde reside la víctima cuando se disponía a coger su coche.