Ocurrió este miércoles a las 18:00 horas en la estación de tren de Plaza Cataluña. Cuatro vigilantes de seguridad emprendieron a golpes a un chico negro. Algunos ciudadanos les pidieron que parasen y se encararon con ellos. Pero los seguridades siguieron bloqueando al hombre. Uno de ellos le agarró del cuello. Otro le pegó una patada. José Manuel fue testigo de todo ello. Intentó frenar esta desproporcionada actuación en la que un vigilante intentó golpear con la porra los genitales del joven.

El testigo asegura que él llegó en el momento en el que le empujaron a la parte alta de la estación para sacarlo fuera. En un momento dado, el chico se soltó y les preguntó qué les pasaba. "Uno de ellos se le cruzó por la parte de atrás, lo agarraron del cuello, lo tiraron al suelo y lo atacaron los cuatro. Se ve cómo le presionan la cabeza contra el suelo y hay uno que le da con el puño en los testículos", ha explicado a los micrófonos de Más Vale Tarde.

"La rodilla en el cuello, luego lo amordazan y le tiran los brazos hacia atrás. Otro seguridad le empezó a dar vueltas con el puño", relata al mismo tiempo que recuerda que la gente que pasaba por la entrada se aglomeró. "Les pedían que le soltasen y ellos no hacían caso", añade.

Desde el sindicato de seguridad cuentan que el chico quiso saltar las medidas de seguridad para entrar en Renfe de forma gratuita. "Se dedicaba a top manta y fue perseguido por la Guardia Urbana", asegura el portavoz.

Sin embargo, desde la Guardia Urbana niegan que lo persiguieran y que se trate de un vendedor ambulante. Renfe ha pedido a la empresa a la que pertenecen estos vigilantes que les abran un expediente informativo y que sean apartados inmediatamente del servicio. Asegura que no toleran este tipo de actitudes, independientemente, de por qué se haya producido. En este caso, supuestamente, un mísero billete de tren.