El 22 de junio de 2016 Dahud Hanid-Ortiz entró en un bufete de abogados del barrio madrileño de Usera, mató a tres personas y quemó sus cuerpos. Casi seis años después un tribunal de Caracas ha iniciado el juicio al presunto culpable, que se enfrenta a todos los delitos por los que se le investigaba en España.

El objetivo de ese asesino no eran las personas a las que mató, sino el abogado Víctor Salas. laSexta ha habado con él y explica que se siente en deuda con las víctimas.

"Sentí miedo, pero luego ese miedo se convirtió en sed de justicia", ha admitido al tiempo que le ha dicho lo que llevaba tanto tiempo esperando: "Fue duro para mí mirarlo a los ojos y decirle pues que la justicia tarda pero llega".

Víctor teme que, tras el juicio que ahora se está celebrando en Venezuela, Dahud Hanid-Ortiz, exmilitar estadounidense, pueda quedar en libertad. "Ese señor como tal es un asesino. Es un psicópata. Es una máquina de matar. Está entrenando dentro de la prisión. Este señor en libertad es un peligro, tanto para mí como para cualquier persona", denuncia.

El presunto asesino le buscaba a él porque mantenía una relación con su mujer, tal y como figura en el sumario del caso. "Me han entrenado para matar y voy a ir a por ti a matarte. Ya sé quién eres, deja en paz a Irina, que es mi mujer", le llegó a amenazar antes del crimen.

Un plan que llegó a ejecutar: viajó desde Alemania y se presentó en su despacho. Allí mató a dos de sus empleadas, Elisa y Maritza. También asesinó a Pepe, un cliente, creyendo que era Víctor. Después prendió fuego al despacho.

"No puede quedar impune el asesinato de tres personas", señala Víctor, que pide al Minsiterio de Justicia que se agilicen los trámites para que puedan decarlar en el juicio policías y forenses españoles para que esos tres crímenes no queden impunes.