Al parecer, según la Federación Andaluza de Asociaciones LGBT, el vecino le golpeócuando esperaba el ascensor para ir a trabajar "y cuando su pareja, alertada por los gritos, salió a socorrerle fue también agredida, tal y como consta en la denuncia presentada.
Fue otro vecino el que acudió al auxilio y logró que el agresor cesara y se metiera en su casa.
Según el comunicado, el vecino "lleva acosándoles desde que se mudaron a vivir al edifico hace un año y en el que actualmente están tan sólo por su orientación sexual y su identidad de género", criticando también que "son frecuentes los insultos" y que "les hace la vida imposible martilleando las paredes colindantes o, incluso, llegando a escupirles y les empuja incitado por su odio hacia ellos".
Natalia Ronco, del Observatorio Andaluz contra la LGBTIfobia, ha lamentado que "tristemente, somos testigos, una vez más, de como la homofobia y la transfobia siguen muy presentes hoy en día".
Por su parte, el presidente de Colega-Torremolinos, Santiago Rubio, ha estado atendiendo a las víctimas y ha añadido que "se encuentran en un estado de estrés y shock; es terrible que sigamos tendiendo que vivir sucesos tan repudiables como estos".