Cómo mantener nuestra casa segura es una de las grandes incógnitas de las vacaciones de verano. ¿Persianas abiertas o cerradas? ¿Hay que avisar a los vecinos? Del mismo modo que ha evolucionado la sociedad, también lo ha hecho la forma en la que los 'cacos' irrumpen en domicilios ajenos. A las clásicas recomendaciones de la policía —como mantener las puertas y ventanas bien cerradas—, ahora se han sumado otras nuevas, especialmente relacionadas con el uso de las redes sociales.
Uno de los grandes peligros está en la subida de ciertas fotos a internet. Publicar 'posts' con imágenes de toda tu familia fuera de casa es tan tierno como peligroso. Los ladrones se han convertido en expertos del rastreo de redes y, como advierte la Guardia Civil, la prudencia es fundamental: "No comente con desconocidos su marcha ni presuma por ahí del magnífico viaje que tiene previsto realizar, y por supuesto, no deje notas que indiquen cuándo va a volver", aconsejan en una campaña para evitar robos.
Consejos de la policía: prudencia, prevención y vigilancia
En la guía mencionada anteriormente, la Policía Nacional reúne 21 pautas para evitar los robos estivales. Entre sus consejos, muchos apuntan a la capacidad de prevención del dueño de la casa: no dejar objetos de valor y, "si no hay más remedio", mantenerlos en un lugar seguro, elaborar una lista con todo lo que se quede en la casa, especialmente joyas y aparatos audiovisuales, o incluso instalar un reloj programable que encienda y apague las luces del domicilio.
La policía también aconseja contar con la ayuda de un amigo de confianza. Que esta persona se encargue de entrar ocasionalmente a la vivienda para dar señales de vida y recoger el correo del buzón. También se recomienda evitar "escondites improvisados" para darle las llaves a estos amigos: "No se le ocurra dejar las llaves en el buzón de la correspondencia, macetas o debajo de felpudos. Es el primer sitio que miran los ladrones", advierte el cuerpo policial.
Otro punto importante es qué hacer una vez efectuado el robo. Si la puerta está abierta o hay alguna ventana rota, los agentes aconsejan no entrar, llamar "inmediatamente a la policía desde el teléfono móvil, desde la casa de un vecino o desde un teléfono público", y no tocar nada del interior "para evitar destruir pruebas".
Junto con eso, si por el contrario te has quedado en casa, intenta ser el gran aliado de tus vecinos. Estate atento a posibles ruidos o movimientos sospechosos, especialmente si provienen de personas y vehículos poco comunes en el vecindario. También es importante ser precavido aún estando dentro de tu casa: si llega alguien de mantenimiento, pide su acreditación, mantén la puerta cerrada (si hay un cerrojo de cadena, mejor) y nunca cierres solo con el resbalón, utiliza siempre la llave.
Sofisticados métodos para robar
Antes era habitual que los ladrones colocaran un pequeño palo de madera o trozo de plástico junto al marco de la puerta. Así, si este objeto se había movido, sabían que alguien había pasado por ahí. No obstante, ahora han llevado este tipo de triquiñuelas a otro nivel: por ejemplo, utilizan hilos muy delgados y transparentes, hechos de silicona, que dan información sobre la posible presencia de los dueños. Así, cada dos o tres días, el delincuente se acerca a la puerta para comprobar si el hilo sigue ahí.
Otros métodos giran en torno a la realización de marcas en los portales o porteros automáticos. No son universales, pero muchos de ellos son muy comunes entre los ladrones. Por ejemplo, suelen utilizar un tipo de seña en forma de X que denota si han entrado en la casa o no; e incluso son capaces de dejar un número que representa los meses que has estado fuera de casa. En este vídeo te explicamos cuál es el idioma de este tipo de criminales:
Como señalan las fuerzas de seguridad, aunque tú estés disfrutando de esas merecidas vacaciones, "los malos nunca descansan". No hay mejor forma de subsanar un robo que asegurarse de que nunca exista; así que si hay algún disgusto este verano, que sea por no haber logrado el mejor sitio en la orilla, no por haber perdido algunas de tus pertenencias más valiosas.